¿Se puede adosar una vivienda modular a una tradicional?
Espacio extra y un cambio de look para tu casa: esto es exactamente lo que puedes conseguir si
decides ampliar tu vivienda unifamiliar
adosándole una construcción modular. En el catálogo de Resan
disponemos de casas de todos los tamaños que, además de instalarse de forma
exenta, también se pueden personalizar y acoplar a otros edificios
preexistentes. De este modo, aunque no quieras lanzarte a adquirir una vivienda
modular desde cero -porque ya cuentas con una- podrás beneficiarte de las
técnicas y materiales de la construcción
industrializada en la reforma de tu hogar.
¿Cómo se adosa una vivienda modular a otra convencional?
A la hora de unir en una sola edificación dos inmuebles, uno
nuevo a otro antiguo, existen dos posibilidades:
#1 Apoyar parte de la
nueva construcción sobre la estructura de la ya instalada. En este caso, es
necesario que un arquitecto lleve a cabo los cálculos pertinentes para
asegurarnos de que esta estructura previa será capaz de soportar el peso de la
nueva.
#2 Dotar una
cimentación completamente independiente para todos los elementos de la
nueva vivienda. En Resan, nuestras opciones preferidas para los cimientos de un
inmueble son el zuncho de hormigón armado, un tipo de estructura en espiral
conformada en pilares; o la solera de hormigón armado impermeabilizada con una
lámina de PVC. Determinamos cuál es la alternativa adecuada en función del tipo
de suelo sobre el que se va a ubicar el edificio y el estudio geotécnico que debe entregarnos el cliente antes de la firma del contrato.
En ambos casos, cualquiera de las dos opciones es segura y
sólida, sin riesgo de que se generen
grietas siempre que se lleven a cabo los cálculos constructivos correctos.
¿Qué necesito para ampliar mi casa adosándole una vivienda modular?
Llevar a cabo una ampliación de vivienda, incluso si esta se
realiza con técnicas industrializadas, requiere solicitar una serie de permisos
y completar ciertos trámites burocráticos.
En líneas generales, te hará falta lo siguiente:
-Pedir una licencia de obra al Ayuntamiento que corresponda, incluyendo en la
solicitud información como un plano de la intervención, el nombre del
arquitecto que la coordina, el presupuesto, etc.
-Abonar las tasas
exigidas, por ejemplo, por conceptos como la instalación de un contenedor
de escombros en la vía pública o de un andamio. La cuantía de estas tasas
variará en función del término municipal en el que se ubique la vivienda.
-Pagar el ICIO
(Impuesto de Construcciones, Instalaciones y Obras), que asciende a entre un 2%
y un 4% del coste real de la obra. De nuevo, este porcentaje difiere en función
de la localidad en la que esté el inmueble, pues se trata de un tributo cuya
fijación corre a cargo de los ayuntamientos.
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