“Cuando alguien compra un automóvil, la primera pregunta que se formula es, sin duda, ¿cuánto cuesta? Pero la segunda siempre es: ¿cuánto consume? Esta segunda pregunta no suele existir en relación a la vivienda”. Esta afirmación de Juan José del Coz, profesor titular de la Universidad de Oviedo, y José Luis Suárez Sierra, presidente de ENHCO Ingeniería de Sistemas, incluida en el artículo Construcción industrializada sostenible: los edificios y las viviendas que necesitamos, publicado en la Revista Ambienta, nos coloca frente a uno de los retos comunicativos de la construcción industrializada en este siglo XXI: la lucha por cambiar las viejas formas de pensar relacionadas con la vivienda para hacer que los ciudadanos abracen un nuevo modelo residencial, donde la eficiencia y la sostenibilidad se conviertan en principios centrales.

Vivienda modular Resan - Modelo J3 pareado


Cuando alguien está evaluando la compra de una vivienda, normalmente solo tiene en cuenta el precio que va a abonar al propietario o promotor. Pero no se para a pensar en los costes que este inmueble le va a acarrear durante todo su ciclo de vida y si, asumiendo un precio inicial más alto, este le compensará a largo plazo con una reducción en el presupuesto de mantenimiento posterior.

Las viviendas modulares son la opción ideal para aquellas personas que han logrado romper estos esquemas de pensamiento tradicionales, y que no se quedan anclados solo en la cifra que figura en las escrituras, sino que son capaces de hacer una proyección de futuro y considerar la experiencia a largo plazo por encima del ahorro en el primer paso.

 ¿Por qué preguntar cuánto consume una vivienda modular?

Según ponen de relieve Del Coz y Suárez Sierra, considerar los costes de un inmueble durante todo su ciclo de vida implica estudiar cuatro fases:

1. Coste en fase de proyecto.
2. Coste en fase de construcción.
3. Coste en fase de operación y mantenimiento.
4. Coste en fase de deconstrucción.

En consecuencia, preguntarnos cuánto consume una vivienda modular tendrá que ver con los costes en fase de operación y mantenimiento, unos gastos que se verán tremendamente influidos a aquellas decisiones que se tomen en la fase de diseño y por los materiales y técnicas empleados en el proceso de construcción.

En Resan apostamos por la construcción industrializada para nuestras viviendas modulares como un sistema que nos permite, en primer lugar, trabajar con los materiales más avanzados del mercado; en segundo lugar, controlar al máximo los procesos, ya que la mayoría del montaje se desarrolla a cubierto, en taller; y, finalmente, garantizar un alto nivel de aislamiento y estanqueidad en pro de la eficiencia energética. Y todo esto con el menor perjuicio posible para el entorno.

Vivienda modular Resan - Modelo Z3 pareado


De este modo, somos capaces de dotar de calificación energética A a nuestros edificios y, como consecuencia, reducir los costes de operación y mantenimiento de los que hablábamos al principio, tanto en lo que tiene que ver con la factura energética como en lo relacionado con las intervenciones estructurales.


Así que, si estás pensando en adquirir una casa, te recomendamos que no te olvides de considerar los costes de mantenimiento. Quizás una vivienda modular no te resulte la opción más barata a priori, pero probablemente compensarás tu inversión con creces en unos pocos años.

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