Piscina de obra: un regalo estival en tu casa modular

Las viviendas modulares son la opción ideal para conseguir, con imaginación y una inversión razonable, la casa de tus sueños. Y uno de los detalles con los que solemos soñar casi todos es con tener nuestra propia piscina. Sobre todo ahora que ha llegado el verano y nos apetece aprovechar nuestro tiempo libre tomando el sol o dándonos un baño refrescante, ver la piscina literalmente en la puerta de casa es un regalo que aumenta considerablemente nuestra calidad de vida.

Así que, si cuentas con unos metros de jardín o patio libres, te recomendamos que no te lo pienses y estudies las opciones disponibles para instalar tu propio paraíso veraniego. Puedes decantarte por una piscina de obra, por una solución prefabricada o, incluso, por sencillos modelos hinchables. En este post analizaremos contigo los pros y contras de una piscina de obra, y la próxima semana veremos las posibilidades de las otras dos propuestas.

#1 El enclave. ¿De cuánto espacio dispongo? ¿Cuántos metros cuadrados de este quiero destinar a la piscina? Estas son las dos primeras preguntas que debes responderte. Lo aconsejable es elegir, dentro de tus posibilidades, una zona soleada y convenientemente orientada para aprovechar al máximo la luz natural.

#2 Tamaño, forma y profundidad. Igualmente, podemos decidir qué forma geométrica preferimos (rectangular, cuadrada, a base de óvalos o círculos…); y cuánta profundidad ha de tener nuestra piscina, en función de si la queremos fundamentalmente para nadar o para descansar en el agua. Lo recomendable es optar por una profundidad variable y modulada a través de rampas.

#3 Revestimiento. Las piscinas de obra suelen ser de hormigón (las más tradicionales), hormigón proyectado (las que permiten formas más variadas) o, incluso, de acero. Para el revestimiento, podemos optar por baldosas, pintura o gresite de colores, lo que determinará el color con el que veremos el agua.

#4 Depuración del agua. Cara a mantener el agua en perfecto estado, con fines desinfectantes y sanitarios, debemos instalar una depuradora, que puede ser normal (de cloración química) o de cloración salina.

Tanto las piscinas de obra como las prefabricadas ofrecen buenos resultados y una alta durabilidad, pero, ¿en qué casos es preferible que te decantes por una piscina de obra para tu vivienda modular?

-Tu espacio es muy limitado o tiene una forma irregular. En estas ocasiones, es absolutamente necesario poder diseñar una piscina a medida, algo que solo te ofrece una piscina de obra.

-O, al contrario, quieres una piscina de grandes dimensiones o más larga de lo normal, porque vas a utilizarla para entrenarte en la natación; o de mayor profundidad, porque deseas instalar un trampolín para practicar saltos.

Por otro lado, el principal inconveniente de las piscinas de obra es su precio (entre un 10 y un 20 % más elevado que el de las prefabricadas) y que su proceso de instalación se alarga un poco más.