Ahorra en la factura del agua de tu casa modular
Hacer un consumo responsable de agua, a la vez que ahorras
en tu factura y pones tu granito de arena para la conservación del medio
ambiente, es una posibilidad que tendrás a tu alcance si te decides a contar con tu propia vivienda modular. Generalmente, si te has decantado por la
construcción industrializada, dispondrás de una parcela de mayor o menor tamaño
en la que, además de para el inmueble, habrás reservado espacio para un jardín
o patio. Pues bien: esto será suficiente para poner en marcha una estrategia
para obtener agua extra con algo tan sencillo como la instalación de un depósito de almacenamiento del agua de lluvia.
¿Cómo funciona un depósito de agua de lluvia en una vivienda modular?
Los depósitos de agua de lluvia son contenedores que se colocan al final de una bajante del tejado y
que incluyen un filtro que evita que, junto al líquido recogido, lleguen
fragmentos excesivamente grandes de roca u otros materiales que eventualmente
pudieran caer de la parte alta de la casa.
En el mercado existen
depósitos de muy diversas formas -sencillos, decorativos...- y tamaños, cara a almacenar
una cantidad variable de litros en función de las necesidades de cada
hogar. Incluso, algunas marcas comercializan depósitos soterrados. Igualmente,
otras dan la posibilidad de dotar a estos contenedores de un grifo para facilitar la extracción de agua.
Una de las cuestiones que debes tener en cuenta antes de
apostar por un depósito de agua de lluvia es la conformación del tejado de tu
vivienda. Este debe estar configurado por materiales que no contaminen el agua.
En el caso de Resan Modular, utilizamos láminas EPDM para la impermeabilización, un elemento que, además, asegura
el buen estado del agua de lluvia si deseas recogerla para tu uso doméstico.
¿Para qué se puede utilizar el agua de lluvia recogida en una vivienda modular?
El agua de lluvia se
puede emplear para cualquier menester que no requiera el uso de agua potable.
Por ejemplo, para regar el jardín o
limpiar tanto los exteriores como el interior de nuestra casa.
Si tenemos previsto recoger una elevada cantidad de agua de
lluvia, podemos plantearnos destinarla también al suministro de la lavadora y la cisterna del WC. De hecho, en todos
estos usos el agua de lluvia presenta una clara ventaja frente a la que nos
llega a través de las tuberías, y es que no
contiene cal. Esto la convierte en una alternativa óptima tanto para
nuestras plantas como para la lavadora y la limpieza del hogar, dado que el
agua de lluvia no dejará restos de cal que puedan quitar brillo a las
superficies u obstruir los conductos de los electrodomésticos.
En este último caso, deberemos dotar al depósito de agua de
lluvia de una bomba de impulsión que
distribuya el agua por la red interior de la vivienda, así como de un sistema de control que nos informe de
los niveles de reserva y que gestione el abastecimiento para evitar que los dos
tipos de agua se mezclen y, a la vez, garantizar el suministro en todo momento.
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